Comer bien, tener un hogar, descansar, reírse y expresarse, beber agua limpia, respirar aire no contaminado, tener un empleo, poder ir a un centro de salud o al colegio, pasar tiempo agradable con la familia y las amistades… ¿qué tiene todo esto en común? Pues algo muy sencillo: nos provoca bienestar físico y social.
Y, precisamente, ésta es la mirada que tenemos las ONGD andaluzas sobre la salud. Es decir, realizamos muchas actividades para mejorar los servicios sanitarios y la formación de profesionales del sector, pero no olvidamos que la salud tiene una relación inseparable con el bienestar de las personas y la garantía del resto de derechos humanos, así como con la igualdad entre hombres y mujeres y el respeto a todas las culturas. Incluso la salud del planeta afecta a la salud de las personas.
Con esta visión amplia y diversa sobre la salud trabajamos en Andalucía y en otros territorios del mundo, ya que sin salud es muy difícil conseguir que la vida y la situación de muchas personas mejore. La salud es indispensable para medir el desarrollo de cualquier pueblo.
Naciones Unidas estableció en 2015 una hoja de ruta para intentar reducir la pobreza. De los objetivos propuestos, las organizaciones andaluzas que trabajamos en el ámbito de la salud nos centramos en ‘Garantizar una vida sana y promover el bienestar’. Trabajamos junto a personas e instituciones de otros países para frenar las muertes maternas e infantiles, apoyando que cualquier persona del mundo acceda a la sanidad y que terminen de una vez las epidemias de VIH/Sida, tuberculosis o malaria.
Sin embargo, la realidad nos muestra que en muchos países este derecho se ve vulnerado. El acceso a la salud se ve condicionado por diversos factores y uno de ellos, por ejemplo, es la falta de acceso a medicamentos esenciales. Facilitar el acceso a los fármacos esenciales sigue siendo una asignatura pendiente para más de la tercera parte de la población mundial, una cifra que se traduce en más de 15 millones de personas que mueren cada año de enfermedades infecciosas para las que existe tratamiento. ¿No te indigna?
Por poner un ejemplo claro, según la ONU más de seis millones de niños siguen muriendo antes de cumplir los cinco años cada año, por ello se fija como objetivos reducir la tasa mundial de mortalidad materna a menos de 70 por cada 100.000 nacidos vivos; y poner fin a las muertes evitables de recién nacidos y de niños menores de 5 años.
También es fundamental apoyar las actividades de investigación y desarrollo de vacunas y medicamentos para las enfermedades transmisibles y no transmisibles que afectan sobre todo a los países con menos recursos y facilitar el acceso a medicamentos y vacunas esenciales. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, la vacunación evita cada año entre 2 y 3 millones de muertes. Sin embargo, 1 de cada 5 niños todavía no son vacunados.
Especialmente preocupante es la escasa investigación en enfermedades olvidadas o ignoradas. La malaria, el mal de Chagas y la tuberculosis, entre otras, no suponen un mercado interesante para la industria que investiga nuevos fármacos (aunque causen más de 8.000 muertes diarias). En España tampoco somos ajenos a este problema, como se demostró con la polémica sobre los tratamientos contra la Hepatitis C: las personas enfermas no podían comprarlos porque eran muy caros. Aquí, una vez más la protesta ciudadana consiguió poner voz y cara a cada una de las personas enfermas que exigían el acceso a los tratamientos. Y seguro que recuerdas también las manifestaciones de las mareas blancas en Granada y otras ciudades denunciando los problemas en los hospitales andaluces.
Garantizar el derecho a la salud en un mundo más justo y de igualdad entre mujeres y hombres. Ese es el gran objetivo. Y lo conseguiremos si todas las personas arrimamos el hombro y trabajamos juntas: gobiernos, empresas, organizaciones de salud y la ciudadanía andaluza. Porque tú eres cooperación, porque todos somos cooperación.
¿QUÉ HACEN LAS ONGD ANDALUZAS EN SALUD?
- Actuamos a favor de la salud desde la igualdad entre personas, el respeto cultural y la defensa de los derechos humanos.
- Mejoramos las infraestructuras sanitarias, sobre todo en zonas rurales.
- Formamos a profesionales sanitarios (médicos, farmacéuticos, enfermeros, matronas, etc.).
- Mejoramos el acceso a los medicamentos esenciales.
- Apoyamos programas de nutrición.
- Trabajamos para la atención a las mujeres en el embarazo y en el parto.
- Educamos en sexualidad y planificación familiar.
- Cuidamos las necesidades especiales de bebés y menores.
- Atendemos la salud de personas que han vivido desastres naturales o conflictos.
- Apoyamos que la ciudadanía participe en el diseño de las políticas públicas de salud.
- Denunciamos, junto a la propia ciudadanía, las situaciones de injusticia en el ámbito sanitario.