Natalia y Carlos empiezan un nuevo curso, gracias a que en Andalucía la educación es universal, equitativa, pública y gratuita, lo que permite que niños y niñas, sea cual sea su origen, creencia o condición socioeconómica, tengan acceso a una formación plena hasta los 16 años como mínimo. Pero si Natalia o Carlos hubiesen nacido en otros países su realidad sería distinta; no irían a la escuela, o tendrían que compaginarla con el trabajo (en casa, en la granja, en una fábrica, vendiendo en la calle…) y es muy posible que, a los 12 años, ella ya tuviese que pensar en matrimonio.
Natalia y Carlos aparecen en la ilustración de la izquierda. Ahora, sitúate sobre la barra y desplázala hasta descubrir otra escena casi idéntica, pero en otro país: Bolivia. ¿Notas las diferencias?
Un perro, o una llama; un mapa de Andalucía o del Cono Sur; el español o el aymara; diversa vegetación, instrumentos musicales o formas de portar la compra… Más allá de estas diferencias, ¿crees que el derecho a la educación en Andalucía es distinto del de Bolivia?
Creemos en el derecho a la educación, para todas las personas, siempre, a lo largo de la vida. Sea cual sea nuestro origen, donde estemos viviendo ahora, nuestro sexo, religión, etnia, idioma… porque la educación abre caminos, abre mentes y permite unir a los pueblos y a las personas, rompe barreras y tiende puentes, resuelve conflictos y dota a las personas con armas de cultura, respeto y diversidad.
Todo esto no se consigue sin más. Nuestra responsabilidad es demandarle a gobiernos y administraciones públicas que esto ocurra, que se invierta en educación, que se hagan leyes que respeten los derechos de la infancia, que doten a las escuelas de todos los recursos que necesitan para que ni una sola persona se quede atrás. Nuestro trabajo permite que muchas niñas, niños, jóvenes, familias y comunidades puedan expresar su opinión, puedan comunicar sus ideas, dar a conocer sus iniciativas, exponer sus demandas y reclamar lo que es suyo. Lo que es de todas las personas. Traemos la voz, la experiencia, las demandas y las ideas de personas de otros países y las unimos a nuestras ideas, nuestros problemas o demandas, haciendo que dejen de ser «sus problemas» y se conciban como dificultades que hay que afrontar entre todas las personas, «de aquí o de allí». Porque a veces olvidamos que solo existe un «aquí», todos y todas convivimos en el mismo vecindario, uno grande llamado Tierra.
Porque somos miles de cosas, creemos en la educación, creemos en la igualdad de oportunidades, creemos en la fuerza que tenemos para cambiar las cosas, para combatir las desigualdades e injusticias, creemos en el poder de la comunicación entre pueblos, en el diálogo y en el trabajo en común. Trabajamos para que Natalia, Bintou, Mary, Rachid, Imelda, Carlos y Yussef tengan las mismas oportunidades. Por este motivo creemos en la educación para el desarrollo.
Algunos datos:
- La matrícula en la educación primaria en los países en desarrollo ha alcanzado el 91%, pero 57 millones de niños siguen sin escolarizar.
- Más de la mitad de las/os niñas/os que no se han inscrito en la escuela viven en el África subsahariana.
- Se calcula que el 50% de los menores en edad de recibir educación primaria pero que no asiste a la escuela vive en zonas afectadas por los conflictos.
- En el mundo, 103 millones de jóvenes no tienen un nivel mínimo de alfabetización; más del 60% son mujeres
¿Qué hacen las ONGD andaluzas en educación?
Las ONG de desarrollo trabajan desde Andalucía en colaboración con comunidades, organizaciones y administraciones públicas de casi 60 países. El derecho a la educación está presente en muchos de sus proyectos; más del 80% de las organizaciones lo desarrolla de alguna forma: desde las políticas, los recursos o las instalaciones educativas, hasta la formación del profesorado o la igualdad entre chicas y chicos para acceder a la escuela y completar su formación. Y lo hacen de forma organizada: teniendo en cuenta acuerdos internacionales, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible, las necesidades y planes de cada país o los marcos para organizar desde nuestra región a las organizaciones que trabajan en el exterior, como el Plan Andaluz de Cooperación para el Desarrollo y otros acuerdos locales.
Además, las ONGD creen que es imprescindible que la población esté informada para que sea consciente de la realidad mundial y pueda actuar para transformar todo lo que genera desigualdad. Y lo hacen a través de la educación para el desarrollo, en Andalucía. Para despertar la inquietud y la colaboración de todas las personas sobre el papel que jugamos en el cambio social. Tú también lo tienes: ERES MILES DE COSAS. ERES COOPERACIÓN.